5 consejos de limpieza ecológicos que puedes utilizar hoy mismo

Una de las medidas más adecuadas que podemos adoptar para llevar un estilo de vida ecológico es limpiar nuestro hogar con atención. A menudo, los productos de limpieza más baratos y populares contienen productos químicos agresivos que son malos para nuestro cuerpo, nuestro hogar y la Tierra.

Afortunadamente, realizar la limpieza del hogar con productos ecológicos no tiene por qué ser complicado, caro ni requerir mucho tiempo. De hecho, es todo lo contrario.

En primer lugar, vamos a explicar qué debemos buscar en un producto de limpieza de calidad, y luego daremos algunos consejos relacionados con la limpieza ecológica, desde la reutilización de los productos hasta saber en qué zonas de la casa enfocarse.

Si buscas en Google "limpieza ecológica del hogar" encontrarás una serie de productos básicos: limones y bicarbonato de sodio. En cuanto a su composición química, ambos son muy potentes contra la suciedad y no son tóxicos. 

Los limones se utilizan por su alto contenido en ácido cítrico, que posee propiedades antibacterianas, tiene un pH bajo y, además, huele muy bien. Por su parte, el bicarbonato de sodio es una sustancia alcalina eficaz y suave. Estos ingredientes se usan como base en nuestros productos ecológicos de limpieza, así que apuesta por ellos.

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Encontrar una solución de limpieza adecuada es de suma importancia para los consumidores con conciencia ecológica. Sin embargo, como suele ocurrir con todo aquello respetuoso con el medio ambiente, lo mejor es lo más sencillo. Para la limpieza diaria, un paño de microfibra es lo ideal. 

El tejido apretado de las bayetas de microfibra las hace perfectas para atrapar la suciedad y las bacterias. De hecho, una toallita de microfibra de alta calidad recogerá el 98% de las bacterias con sólo agua. Se necesitan soluciones más fuertes para problemas como la grasa y el calcio, pero los paños de microfibra son estupendos para los pequeños derrames. 

También son útiles para:

No es necesario comprar cepillos de plástico y toallas de papel cada día de limpieza. Al contrario, muchos artículos domésticos pueden reutilizarse como material de limpieza. Esto no sólo minimiza los residuos y las emisiones de carbono relacionadas con el transporte, sino que también les ahorra a los consumidores un viaje al supermercado y unos cuantos euros.

Artículos del hogar que puedes reutilizar para la limpieza:

Los profesionales de la limpieza se centran principalmente en dos áreas del hogar: el baño y la cocina. Estas zonas no son solamente las zonas que que más suciedad acumulan, sino que también suelen ser los lugares en los que somos más susceptibles y vulnerables ante las bacterias.

En la cocina, tocamos las superficies y luego nos acercamos las manos a la boca sin darnos cuenta. En el baño, una ducha caliente ayuda a abrir los poros de la piel y las vías respiratorias. Por ello, mantener ambas zonas limpias es de suma importancia para la salud.

Como ya hemos dicho, los productos de origen vegetal que contienen ácido cítrico y bicarbonato sódico son seguros para el cuerpo, el hogar y el planeta. En la cocina, un limpiador multiuso es todo lo que se necesita para zonas como las encimeras, los fogones y los tiradores como los diales de los fogones.

La limpieza del baño es un poco más complicada, ya que puede haber problemas con la circulación del aire y, por tanto, presencia de moho. La clave en esta zona es la prevención. Ventila el cuarto de baño dejando abierta la ventana o con un deshumidificador, y asegúrate de que los desagües están desatascados. Utiliza un producto específico para el cuarto de baño para potenciar la limpieza en las áreas en las que puede crecer moho de forma regular con más facilidad.

¿Ya tienes un problema de moho? Ser consistente es a menudo un gran sustituto de los productos químicos fuertes como la lejía. Deja una solución de producto de limpieza en la zona con moho durante la noche y, a la mañana siguiente, frota: ¡este es el momento perfecto para dar uso a un cepillo de dientes reutilizado!

Como hemos expuesto, los productos de limpieza pueden ser increíblemente sencillas en cuanto a los ingredientes que los componen y su uso. Sin embargo, adoptar un régimen de limpieza ecológico puede parecer un gran esfuerzo para muchos. Cuando te asalte la duda, recuerda limpiar de manera inteligente, no más fuerte.

Esto implica priorizar la limpieza de las zonas más propensas a las bacterias, como la cocina y el baño, tal y como acabamos de ver. En lo que respecta al resto de la casa, un consejo fácil es ponerte manos a la obra y limpiar esas áreas de manera regular con un limpiador multiusos en lugar de esperar y hacer una limpieza profunda cada fin de semana.

¿Recuerdas la última vez que limpiaste estas zonas?